El productor ganadero “está angustiado”, afirmó a AIM el presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), Gonzalo Álvarez Maldonado, porque, acaso como pocas veces antes, ve un panorama internacional verdaderamente seductor, con precios altos y perspectivas de demanda sostenida de proteínas animales, y no lo puede aprovechar dado que el gobierno nacional mantiene cerradas las exportaciones de carne.
Durante el desarrollo del seminario regional “Ganadería y Compromiso”, realizado en la ciudad de Corrientes, el dirigente entrerriano remarcó el excelente panorama externo para nuestras carnes. Con la apertura de la denominada Cuota Feedlot para la Unión Europea, la posibilidad en 2015 de exportar al mercado americano, la modificación del protocolo chino que permitirá la venta a ese país de cortes enfriados, carne con hueso y menudencias “el panorama es más que positivo”, subrayó Álvarez Maldonado, y opinó que “los productores mixtos van a poder paliar la caída de los precios de los granos con la ganadería”.
El titular del Ipcva, además, señaló a esta Agencia que mantienen contactos permanentes con el ministerio de Agricultura y sus funcionarios “coinciden” en la necesidad de volver a la histórica relación 80/20, es decir 80 por ciento de la producción de carne para el mercado interno y 20 por ciento para la exportación, “o el porcentaje que fuera” sin que se vea afectada la mesa de los argentinos.
En otras áreas del gobierno, sin embargo, no lo entienden así y el cepo a las exportaciones continúa vigente.
El ganadero, según Álvarez Maldonado, “está esperando señales claras, que no significan subsidios ni compensaciones, sino políticas de aliento de cara al futuro y más teniendo en cuenta que dentro de poco más de un año tendremos un nuevo gobierno. El productor quiere certezas ya para saber qué hacer”.
Álvarez Maldonado, asimismo, subrayó que al productor las limitaciones a las exportaciones le molestan aún más que las retenciones porque esa política instrumentada por el kirchnerismo “le quita certeza” a una actividad de largo plazo como es la ganadería, aunque admitió que la eliminación o disminución de los derechos de exportación “pondría en carrera a toda la cadena” de ganados y carnes. “Sería una muy buena señal”, remarcó.
Dardo Chiesa, ex presidente y actual consejero del Ipcva, por su parte, brindó un panorama de la actualidad del mercado cárnico y diferenció entre la situación que vive el consumo interno de la que enfrenta la exportación.
Los dos mercados “están absolutamente demandados”, señaló, aunque admitió que, como consecuencia de la economía en general, “el consumo interno ha caído como ha caído el consumo de otros productos y servicios; la gente está muy prudente”. Confió, sin embargo, en que está situación pueda revertirse y que no siga resintiéndose como en este último tiempo.
El mercado internacional, por su lado, “está con buenos precios” y la Argentina “no debiera tener problemas” para abastecer a los dos mercados. “Los argentinos hoy estamos comiendo, entre vaca, pollo, cerdo y otras carnes, unos 117/118 kilos de proteínas animales mientras los países desarrollados consumen 100”, comentó, al tiempo que opinó que un menor consumo interno permitiría aumentar las exportaciones y con ellas el ingreso de dólares para la economía del país.
Es en este punto, precisamente, “donde colisionamos con el gobierno”, enfatizó Chiesa. En la Casa Rosada, se sabe, tienen pánico de que el precio de la carne se dispare porque el humor de la sociedad se enrarece cuando la pulpa y el asado aumentan sus valores.
Chiesa valoró positivamente la reapertura del mercado ruso, la posibilidad de volver con las carnes argentinas a Estados Unidos, la mayor demanda de China y las oportunidades que la Cuota 481 (Cuota Feedlot) ofrece a los productores argentinos porque, si bien hoy las exportaciones están cerradas, tal vez en el futuro las cosas cambien, se esperanzó. “Siempre hay que pelear por la apertura de nuevos mercados”, remarcó.