Esta mañana fue un día atípico para los productores. Algunos sin dormir, otros con pocas horas de sueño, enfilaron desde sus localidades rumbo a Paraná. La primera cita fue en el Acceso Norte, en inmediaciones del túnel Subfluvial Uranga-Silvestre Begnis, donde desde la madrugada se apostaron a la vera de la ruta, custodiados por dos grupos de choque de Gendarmería, para volantear y exhibir los reclamos expresados en pancartas y carteles.
Mientras, dos helicópteros de las fuerzas de seguridad sobrevolaron la zona, pero eso no hizo mella a los productores, acostumbrados a la dura vida que les brinda el campo. Igualmente flamearon boinas y sombreros, y las pancartas mostraron el descontento. “Inmobiliario en Entre Ríos, el más caro del país”; “Argentina, mucho relato y sin diálogo”; “Mercosur, mucho diálogo sin avance regional”, “Brasil produce y desarrolla; Argentina relata y excluye”, fueron algunos de los textos que expresaron el descontento.
Pasadas las 8, como estaba previsto, marcharon a Casa Gris, donde llegaron agitando banderas, y lanzando sapucays al aire. En la explanada estaba la policía, de civil y uniformada, custodiando fuertemente los ingresos. Sin embargo, la intención nunca fue ingresar sino realizar un acto en la puerta, con las voces de los protagonistas.
Hartazgo
Ya la asamblea que se realizó en La Paz hace dos viernes mostró que los ánimos están caldeados. Y que el hartazgo colmó la paciencia. Allí se decidió que el campo está “alerta y movilizado”. Los dirigentes que integran la Mesa de Enlace Provincial acataron el pedido de sus bases, que son soberanas, y por eso se decidió esta protesta.
Una actividad sin rentabilidad
En rigor, ya hace tiempo que la Mesa de Enlace Provincial advierte que los costos de producción y el impacto de los impuestos en Entre Ríos no hacen rentable la actividad.
Ejemplos sobran: mientras en la Argentina la producción de leche está estancada, y hay un 25 por ciento de productores menos, Brasil sumó 100.000 productores lecheros, se autoabastece y exporta con valor agregado.
Otro caso testigo es el trigo, que en la Argentina no se puede vender. A eso hay que sumarle que nuestro vecino país, Brasil, dejó de comprarnos porque se incumplieron los contratos.
Y si se habla de las economías regionales, hay que decir que mientras aquí desaparecen dramáticamente, en los países vecinos avanzan.
La Mesa de Enlace Provincial advirtió en innumerable cantidad de oportunidades que en Argentina y Entre Ríos sobresale el relato, pero en el resto de los Estados vecinos, el sector productivo crece con más productores, más exportación, más empleo y desarrollo.
FUENTE AIM DIGITAL