PRESENTACION ESPECIAL

CONINAGRO presentó sus propuestas de
políticas públicas para el campo, con la descripción de medidas que podrían
tener un efecto positivo sobre la actividad agropecuaria.

La entidad sostiene que Argentina podría
aumentar 50% su producción agrícola e incrementar 45% sus exportaciones en
valor de producto en los próximos 5 años si las políticas destinadas al sector
escuchan los reclamos del campo.  Otro
dato destacado, y dado la coyuntura, es el potencial en aumento de empleo que
toda mejora en el sector agropecuario generaría, especialmente sobre las
economías regionales.

El documento presentado plantea políticas
de incentivos, teniendo como prioridad a las PYMES agropecuarias para favorecer
la inversión, el empleo y el desarrollo de los pueblos de interior. Se habla de
beneficios impositivos y líneas de créditos y de una mejora en la
competitividad con la eliminación de todas las trabas a la comercialización
como los ROEs, precios máximos, eliminación de los derechos de exportación,
restitución de los reintegros y políticas que permitan reducir la Inflación,
dicen. Asimismo se menciona como política sugerida una reforma del sistema
tributario, y establecer un sistema que posibilite una distribución equitativa
de la carga, estimulando el crecimiento de la producción y la creación de
riqueza, jerarquizando el impuesto a las ganancias.

Con este libro CONINAGRO deja sentado el
potencial del aporte del campo al crecimiento y desarrollo sostenido del país,
teniendo en cuenta que el sector agropecuario no es un sector aislado sino que
forma parte de la sociedad.

En la primera parte del trabajo se analizan
cuestiones de gran impacto social, económico y ambiental como son la educación,
la problemática de la pobreza, la distribución del ingreso, el empleo así como
la estabilidad macroeconómica y ambiental. Y se remarca en qué y cómo se
puede  contribuir desde el campo, en
conjunto con el resto de los actores de la sociedad, a lograr mejoras para
hacer de la Argentina un lugar posible, vivible y equitativo.

CONINAGRO sostiene que como sector
agroindustrial al campo le interesa  ser
uno de los componentes estratégicos de un programa de desarrollo económico y
social sustentable de Argentina, de generación de empleo genuino, de desarrollo
tecnológico, de agregación de valor y de un desarrollo territorial y
socialmente equitativo. 

El documento dice que para lograr un
crecimiento nacional se debe pensar en la acción conjunta del campo y la
industria, que genere inversiones avocadas a incrementar la producción e
industrialización de las materias primas, a generar agregado de valor a los
productos, proveer empleos genuinos y mejorar la calidad de vida de los
ciudadanos del país.  Éste crecimiento
debe ir acompañado de políticas de infraestructura (conectividad, capacidad,
eficiencia, seguridad, bienestar).

En el libro además de aspectos
socio-económicos se tratan temas de creciente preocupación por la sociedad. En
aspectos tecnológicos se trata la propiedad intelectual y la biotecnología; y
en aspectos ambientales se hace hincapié en la promoción, difusión e
implementación de las buenas prácticas agrícolas (BPA), en el manejo de envases
y en el uso y aplicación racional de productos fitosanitarios como herramientas
para obtener una adecuada producción respetando el medio ambiente y preservando
la salud de la población. Además se habla de las coberturas a la producción
tanto de eventos climáticos adversos como de las fluctuaciones del mercado.

En la segunda parte del trabajo se analizó
la situación de cada producción tanto agrícola como ganadera (producción de
carne y leche) y de cada una de las economías regionales (algodón, arroz, aves,
azúcar, cítricos, hortícolas, maní, ovinos, papas, peras y manzanas, porcinos,
tabaco, vino, mosto y yerba mate). El análisis abarca distintos aspectos de las
producciones: tecnológicos, sanitarios, comerciales, económicos, impositivos,
entre otros. Proponiendo soluciones o acciones para cada una de las
actividades.

En resumen, con este libro continúa
abriendo el debate de lo que debe contemplar, según la entidad, una política de
crecimiento y desarrollo para los sectores productivos:

Políticas de incentivos, teniendo como prioridad a las
PYMES agropecuarias, como las cooperativa, para favorecer la inversión, el
empleo y el desarrollo de los pueblos de interior:

·        
Beneficios impositivos y líneas
de créditos.

·        
Competitividad:

·        
Eliminación de todas las trabas
a la comercialización como los ROEs, precios máximos, eliminación de los
derechos de exportación, restitución de los reintegros. Políticas que permitan
reducir la Inflación.

·        
Una Reforma del sistema
Tributario:

·        
Establecer un sistema que
posibilite una distribución equitativa de la carga, estimulando el crecimiento
de la producción y la creación de riqueza, jerarquizando el impuesto a las
ganancias.

·        
Eficaz y eficiente inversión en
infraestructura:

·        
Debemos mejorar la
infraestructura existente como caminos, puertos y diversificar los modos de
comercialización de la producción, como vías férreas, así como potenciar la
inversión en energía, comunicación e infraestructura básica que promueva el
bienestar de los pueblos.

·        
Fomento de la educación y
capacitación:

·        
Deben darse políticas que
promuevan la educación (fomentando los principios del cooperativismo), el
trabajo en el campo y el arraigo.

·        
Promoción, capacitación y
concientización en la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas, Bienestar
Animal y Manejo sustentable de la explotación.

·        
Fomento de la investigación con
justa retribución e implementación de innovaciones tecnológicas, herramienta
para aumentar la producción, proteger al medio ambiente y brindar productos más
inocuos para la salud de la población.

 

 

 

OPINIONES

 

“Nosotros proponemos a la comunidad
política algunas medidas que podrían tomarse para mejorar la situación del
campo. Tenemos un plan  de política
agropecuaria, a través del cual, se podrían aumentar en 500.000 puestos de
trabajo el empleo en Argentina, de los cuales el 60% corresponde a economías
regionales”, indicaba el presidente de CONINAGRO, Egidio Mailland, quien sin
embargo admitía que “las propuestas están, ahora falta que los candidatos
presidenciables quieran escucharlas”.

 

 “Hemos
analizado lo acontecido en el país durante los últimos 12 años, y es claro que
el campo dejó de ganar frente a un mundo en crecimiento, justo cuando se podría
haber tenido mayores ingresos por el mercado alimentario ya que el mundo
demandó más alimentos de lo que producimos, pero Argentina no fue un actor
protagónico a pesar de que creció a tasas Chinas (8% anual) durante 7 de los
últimos 12 años”, decía la economista Nieves Pascuzzi. En efecto, luego de una
exposición explicativa quedó en el aire que Argentina podría haber crecido más
aunque fue protagonista internacional en soja, perdió terreno en trigo y maíz.
“Hoy nos enfrentamos a un mundo que crece a menores tasas, con precios que ya
cayeron; por eso hace falta un cambio de política”, indicó.

 

“En el 2011 hicimos un primer documento, y
desde ese momento recorrimos todo el país, recorrimos las economías regionales
e hicimos trabajos que contaban la situación, ahora volvemos con una nueva
propuesta actualizada para las políticas públicas. Desde el campo buscamos ser
un actor fundamental en la economía argentina”, comentaba, por su parte, Daniel
Asseff, gerente de CONINAGRO. El gerente de 
CONINAGRO sostiene que “debemos mejorar la infraestructura existente como
caminos, puertos y diversificar los modos de comercialización de la producción,
como vías férreas, así como potenciar la inversión en energía, comunicación e
infraestructura básica que promueva el bienestar de los pueblos”.

 

Finalmente, el trabajo profundiza sobre las
economías regionales. La agrónoma Naiara Fernandez Yarza, ejemplificó que “se
necesitan políticas que incentivos,  como
en vitivinicultura se lograría con sacar del mercado los 200 millones de litros
de vino blanco, remanente de la campaña externa, o promover la Ley de Jugos
naturales que beneficiarían a la vid; o en arroz la eliminación de impuesto al
gasoil para los equipos de riego, o bien trabajar en una propuesta de
electrificación rural para reconvertir los equipos y así disminuir los costos
de producción”.

 

 

 

 

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