Divisas frescas de la mano de la carne vacuna argentina

En diálogo con esta Agencia, el ganadero
entrerriano recordó que el mercado de Canadá estuvo cerrado durante 14 años, y
señaló que  la plaza canadiense se reabrió cuando en junio de este año, la
Organización Mundial de Comercio (OMC) falló a favor de la Argentina en las
negociaciones con Estados Unidos. “Frente a esta situación,  debió
corregir la norma que prohibía la exportación de los cortes nacionales desde
2001, por un problema sanitario”.

El titular del Ipcva se refirió a la
misión que realizó recientemente  a  Canadá con dirigentes del
Instituto: “fue muy positiva, y fundamentalmente se efectuó para que el mercado
argentino pueda exportar carne allí, después del reconocimiento de Estados
Unidos, país con el que se litigó porque impedía la apertura de las
exportaciones argentinas de carne argentina, hizo la apertura después de 12
años de no tener motivos para tener cerrado el mercado”.

Además, agregó que “Estados Unidos y
Canadá son importantes porque son países grandes. Y desde ese punto de vista,
la apertura de los cinco mercados que se hicieron en estos últimos cuatro años,
como es el caso de China, en 2012; de Rusia, en 2013;  en el 2014, la
Cuota 481 -carnes de animales en feed lot suplementados con granos- con arancel
cero, otra de las posibilidades que tiene nuestro país en Europa, y en 2015
Estados Unidos y Canadá, muestran el logro de las gestiones de los hombres de
la producción de todas las entidades y de la industria”.
 
-¿En términos económicos qué significará venderle carne a Canadá y a Estados
Unidos?

-El ingreso de las divisas, las divisas que hoy el país necesita. Por eso
insisto en que necesitamos políticas activas para el tema carne, que no son
subsidios ni compensaciones, garantizando el consumo interno, pero 
con  excedente exportable.

Consultado si Argentina está preparada
para proveer a esos países, el ganadero admitió que “de golpe no, porque el
productor necesita señales claras. En la agricultura, bastan seis meses para
una cosecha, pero en la ganadería necesitamos tres años para que un animal esté
listo, desde que nace hasta que es exportado  o consumido, así que
necesitamos del tiempo y de políticas claras que nos indiquen que podemos
avanzar tranquilos”.

 

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